Tal y como están las cosas en el mercado inmobiliario actual, encontrar un buen alquiler es complicadísimo, y son pocos los jóvenes que incluso teniendo trabajo puedan meterse en pagar una hipoteca en una casa o un apartamento, incluso en ciudades y poblaciones pequeñas. Las grandes ciudades se han convertido en un infierno para encontrar un lugar donde vivir que sea relativamente asequible, y es que ni siquiera teniendo dos sueldos una pareja pueda aspirar a comprar algo, tal y como están los precios actualmente. En muchas ocasiones, cuando nos queremos independizar por nuestra cuenta o cuando nos tocar irnos a vivir a otro lugar, por trabajo o por estudios, nos vemos en la tesitura de no poder alquilar algo por nosotros mismos, y recurrir al alquiler de una habitación.
Compartir piso con otras personas es cada vez más habitual, y no solo entre estudiantes, algo que se venía dando desde hacía mucho tiempo, por la evidente precariedad de los jóvenes a esa edad. El problema es que la precariedad ha seguido avanzando y ahora se extiende también a aquellos que tienen su primer trabajo, o incluso a los que van de contrato temporal en contrato temporal y son incapaces de encontrar algo mejor, por no poder pagar los abusivos precios del alquiler que se les imponen. De ahí que el compartir piso siga siendo una alternativa más que efectiva, cuando no la única posible en muchos casos. Eso sí, hemos de tener en cuenta muchos factores a la hora de alquilar la habitación en el piso de alguien.
Cada vez más jóvenes recurren al alquiler de habitaciones
En muchas ocasiones no nos queda más alternativa que vivir con otras personas, incluso cuando no las conocemos, porque es la única forma de poder pagar el alquiler. A todos nos gustaría vivir solos y por nuestra cuenta, pero tal y como están las cosas eso cada vez se está volviendo más complicado. Muchos dueños de viviendas y pisos, especialmente en las grandes ciudades, prefieren utilizar sus apartamentos o las habitaciones libres que tienen para negocios como AirBnb, en el que pueden ganar mucho más dinero que alquilando esa misma habitación al mes. Esto ha hecho que cada vez queden menos pisos disponibles y por tanto, el precio suba, ante la gran demanda que hay. Hemos llegado a tal punto que ahora incluso cuesta encontrar una habitación en condiciones en determinadas ciudades.
Alquilar una habitación ¿Qué debes tener en cuenta antes de hacerlo?
De la misma forma que pondremos mucha atención a la hora de comprar una vivienda, el tema de alquiler una habitación, aunque nos parezca mucho más sencillo y menos importante, también tiene su aquel. Debemos tener en cuenta la situación del piso donde está la habitación, y también los compañeros y compañeras que vamos a tener. El ambiente que haya en el piso será determinante para quedarnos con una habitación u otra, porque al final vamos a tener que convivir con esas personas, y cada cual tiene sus manías. La convivencia no es sencilla, y evidentemente eso lo debemos tener muy en cuenta. Saber qué es lo que se incluye en el precio de la habitación, si hay facturas de por medio, etc… también es importante. Y eso nos lleva a uno de los más complejos temas, el del dinero del alquiler.
¿Cuánto cuesta alquilar una habitación?
La mayoría de jóvenes prefieren alquilar una habitación hoy en día porque es la opción más barata. Todavía podemos encontrar pisos en las ciudades en los que poder vivir solos, apartamentos pequeños para nosotros solos, con una sola habitación y unos 40 o 50 metros cuadrados, en el mejor de los casos. Sin embargo, eso nos costaría el doble delo que suele costarnos una habitación en una buena zona de esa misma ciudad. En Madrid, las habitaciones no bajan de 300 euros, y esas son las que están en zonas algo más alejadas del centro. En otras ciudades, los precios varían entre los 250 y los 350 euros, dependiendo de cómo sea el piso y su situación. También hemos de contar si dentro del precio ya se incluye la luz, el agua o Internet, algo importante que puede encarecer bastante el precio al final de mes.
Cómo alquilar una habitación en mi casa
Al igual que hay muchos jóvenes y no tan jóvenes en busca de alternativas de habitabilidad compartidas, también hay muchos dueños de viviendas que están empezando a pensar en alquilar esa habitación que no utilizan, para convivir con otras personas y llevarse algo de dinero al final de mes. Para ello, debemos tener claro que vamos a perder casi toda nuestra intimidad, aunque eso es algo secundario en muchas ocasiones. El cauce legal es convertir esa habitación de nuestra casa en una parte alquilable de la misma, a través de un contrato y de un permiso que se nos debe conceder desde el ayuntamiento. De lo contrario, estaríamos incurriendo en un fraude de ley, aunque en muchas ocasiones estas cosas se hacen bajo cuerda y nadie se entera. Eso sí, las consecuencias pueden ser muy preocupantes…
¿El legal alquilar habitaciones sin contrato?
Tener habitaciones alquiladas sin hacer contrato a esas personas es totalmente ilegal, aunque todavía sea algo bastante habitual. Y es que la ley es bastante clara, y para evitar el dinero en negro y esos pagos que no se reflejan en ningún sitio, se requiere el permiso para alquilar esa vivienda. Tanto por parte de quien la alquila, que debe ofrecer ciertas garantías al alquilador como dueño de la casa, como por parte del alquilado, que necesita de ese contrato para tener claros sus derechos y disfrutar de su habitación con todas las de la ley. La ausencia de un contrato legal puede tensar mucho las relaciones entre ambos si la cosa no funciona, sobre todo saliendo malparada la persona que alquila la habitación.